
Nada es lo que quiero, nada es lo que siento, sin embargo el tiempo corre atrás mío y por mas que desee dejar de escuchar el estupido segundero la vida me recuerda que si quiero nada por nada es por lo que tengo que luchar
Hoy ha sido un día extraño, esos días que terminan en nada, la balanza esta equilibrada, lloraste al sentir las plumas en tu hombro y te reíste empuñando el tridente. Esos días en que aunque no te pase nada entendiste todo, esos días en que ves todo con otros ojos y te das cuenta de lo errado que estuviste al tener la ultima palabra. Nunca es tarde para entender, para mirar y darte cuenta de la realidad, lo que quieres y lo que no.
Rascacielos cayeron pero no hubo muertes, solo queda nada.
Empiezas de nuevo y con una sonrisa te das cuenta de que no era necesario lo construido, estas en nada y aunque el polvo levantado hizo que tus ojos lagrimearan ahora eres capas de ver todo claro y te revitalizas, miras los escombros y te preguntas cuanto tiempo estuviste construyendo, esa mierda siempre fue nada.
Nada. Me encanta esa palabra me da tranquilidad, me recuerda que siempre hay un nuevo comienzo y que nunca es tarde para comenzar, crecer, sentir, observar, entender, y comenzar de nuevo, crecer, sentir…
Construyo para destruir porque eso significa que entiendo y me desarrollo. dios quiera que nunca me encuentre mirando desde lo alto de un edificio de diamantes porque entonces no entenderé.
Hoy no se me ocurre ningún link, ningún pensamiento bizarro, el único consejo que puedo dar es que se detengan y se den cuanta de lo que hacen, de lo que sucede a su alrededor, métanse a algún blog de una persona X vean por sus ojos, pues lo que a nuestros ojos es bello muchas veces es mas que una lacra y estamos tan encerrados en nosotros mismos que no podemos darnos cuenta.
1 comentario:
También creo que desde la nada se renace, y por eso creo en lo drástico, por eso confío en las decisiones bien pensadas, esas que a veces duelen, esas que a veces son producto de una simple introspección que te trae de regalo una humillante equivocación, esas que pueden pincelar el ego, esas que pueden convertir tu todo en un miserable nada.
Mas desde él nacemos, como tú dices, el caer desde la cumbre de la torre no significa más que volver a comenzar pero esta vez con la experiencia que ha marcado en tu ser el último derrumbe.
Cariños Nacho, no es por corresponder tus palabras pero debo decir que también he sido cautivada por las tuyas...Espero nos veamos pronto y lo sigamos discutiendo en la libertad de las cuatro cinco XD
Un beso
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